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Trastorno por depresión

Es normal sentirse triste o de mal humor de vez en cuando. Pero en el caso de la depresión, el mal humor o la tristeza duran semanas, meses o incluso más tiempo.

La depresión no solo afecta al estado de ánimo de una persona. Puede afectar la manera en la que actúa y su rendimiento académico. También puede afectar su energía, el sueño y la alimentación. La depresión puede, incluso, contribuir a causar síntomas físicos, como dolores de cabeza y de estómago. Si una persona está deprimida, le cuesta disfrutar de las cosas como lo hacía antes.

La depresión afecta, sobre todo, el modo de pensar y de sentir sobre uno mismo. Y lo cercano o distante que uno se siente de los demás. Las personas que atraviesan una depresión suelen sentirse solas. Tal vez les parezca que nadie las comprende o que a nadie le interesa. Quizás se sientan mal con ellas mismas. Es posible que se culpen por lo mal que están.

Quienes están deprimidos a veces se sienten desesperanzados y no desean vivir. Pueden tener algunos pensamientos suicidas (No quiero vivir, me gustaría estar muerto) o incluso autolesionarse.

Pero la depresión no es culpa de nadie. No se trata de un fracaso personal. Y es más frecuente de lo que se cree. 

La depresión puede comenzar de a poco. Pero puede empeorar. Por eso es bueno prestarle atención lo antes posible.

Cómo identificar la depresión

1. Duración y persistencia de los síntomas: los altibajos habituales que se dan en la adolescencia generalmente son transitorios y duran unos pocos días o semanas. Sin embargo, la depresión se caracteriza por una duración más prolongada, generalmente, de al menos dos semanas consecutivas. “Si los sentimientos de tristeza, desesperanza o falta de interés persisten durante un período prolongado, podría ser un signo de depresión”

2. Gravedad e interferencia en la vida diaria: los cambios emocionales, sobre todo en los adolescentes suelen ser leves y no afectan significativamente al funcionamiento cotidiano. En el caso de la depresión, los síntomas son más intensos y pueden interferir con las actividades diarias, como el rendimiento académico, las relaciones personales, la motivación y energía.

3. Cambios en el sueño y apetito: la depresión puede provocar alteraciones significativas en los patrones de sueño y apetito de un adolescente. Pueden experimentar insomnio o, por el contrario, dormir en exceso. También pueden tener una disminución o aumento del apetito. Por eso, son dos indicadores a vigilar.

4. Pensamientos y comportamientos negativos: los adolescentes con depresión a menudo tienen una visión negativa de sí mismos, del mundo y del futuro. Pueden expresar sentimientos de inutilidad, culpa excesiva, baja autoestima e, incluso, tener pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.

5. Síntomas físicos: fatiga constante, falta de energía, dolores de cabeza o de estómago recurrentes pueden acompañar a la depresión en los adolescentes.​

• Conducta:

Ataques de llanto, aislamiento de los demás, descuido de las responsabilidades, pérdida de interés por la apariencia, pérdida de la motivación.

 

• Emociones:

Tristeza, ansiedad, culpabilidad, ira, cambios de humor, falta de emociones (embotamiento afectivo), sentimientos de desesperanza.

 

• Pensamientos:

Autocritica, sentimiento de culpa, preocupación, pesimismo, problemas de memoria, falta de concentración, dificultad para la

toma de decisiones, confusión, pensamientos referentes a que otras personas le vean mal.

 

• Síntomas Físicos:

Sensación de cansancio, falta de energía, dormir mucho o muy poco, comer en exceso o la pérdida de apetito, estreñimiento, pérdida o aumento de peso, ciclo menstrual irregular, pérdida de apetito sexual, dolores sin explicación aparente

¿Cuáles son los
síntomas de la depresión?

Si bien muchos síntomas de la depresión son similares en adolescentes y adultos, hay algunas diferencias específicas que pueden manifestarse en los más jóvenes. Además de los mencionados anteriormente, la irritabilidad y los problemas de concentración son algunos de ellos. “En lugar de expresar predominantemente tristeza, los adolescentes pueden mostrar irritabilidad persistente, arrebatos, enfado y/o cambios de humor drásticos. Así mismo, la depresión puede afectar a su capacidad para concentrarse y prestar atención, lo que puede derivar en dificultades académicas.

De todas formas, es importante tener en cuenta que los síntomas pueden variar en cada persona.

¿Qué personas corren mayor riesgo de desarrollar depresión?

Cualquier persona puede padecer depresión en algún momento de su vida.

No obstante, existen algunas que tienen una mayor predisposición:

  • Personas que han vivido un suceso estresante.

  • Personas con estrés crónico (estrés continuo)

  • Aquellas personas que han perdido un empleo o tienen dificultades para encontrarlo.

  •  Mujeres que experimentan cambios hormonales

  • Aquellos con historia familiar de depresión

  • Personas que han tenido una infancia difícil incluyendo las primeras

  • Experiencias de duelo

  • Mujeres embarazadas

  • Personas que sufren una determinada enfermedad física

  • Personas que tienen algún otro problema de salud mental

  • Aquellas con una enfermedad potencialmente mortal o con dolor crónico

  • Personas con algún desequilibrio químico

  • Personas que previamente han estado deprimidas

  • Carencias en la exposición a luz solar en invierno

  • Personas que tienen dificultades de adaptación tras desplazarse a un país

  • extranjero (inmigrantes).

¿Es la depresión una forma de debilidad?

Muchas personas no piden ayuda a su médica/o porque existe una creencia popular de que la depresión es una señal de debilidad de carácter o que la persona “se ha dado por vencida”, como si pudiera elegir el problema. En realidad, nada de esto es cierto. Se trata de una enfermedad que puede afectar a las personas más resueltas, incluso las personalidades más poderosas pueden sufrirla. Solo con la voluntad no es suficiente para salir, sobre todo porque la enfermedad produce una sensación de baja autoestima y pensamientos negativos. Es una enfermedad común y tratable, requiere ayuda, no críticas.

¿Qué puedo hacer si tengo depresión?

Muchas personas con depresión no piden ayuda, porque piensan que sus síntomas no son una enfermedad que se pueda tratar, o porque se sienten culpables por estar mal, lo que hace, que prefieran ocultar su problema. No tienes por qué enfrentarte a la depresión tú solo. Puedes hacer alguna de estas cosas:

Cuéntaselo a alguien de tu confianza. Por ejemplo, alguien de tu familia, tu pareja, un amigo o cualquier otra persona con la que te sientas cómodo: no te aísles.

Habla con tu médico de familia u otro profesional sanitario. De esta manera podrán hacer un diagnóstico adecuado, ofrecerte las diferentes opciones de tratamiento y ayudarte a participar en la toma de decisiones respecto al mismo.

Si tienes cualquier pensamiento relacionado con la muerte es importante hablar con alguien de tu confianza que pueda estar contigo hasta que te sientas mejor. También puedes llamar al teléfono de emergencias (061), teléfono de la esperanza (682900500) o solicitar apoyo telefónico específico para pacientes con ideas de suicidio.

Contacta con un grupo de apoyo. Ciertas Asociaciones disponen de este servicio de ayuda en algunas ciudades.

ENLACES DE INTERÉS

https://www.som360.org/es

https://www.salutmental.org/

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression

 

LIBROS

 

. Depresión o victoria: crónica de una batalla. Cómic de Meritexell Durán

. Tengo depresión y Trastorno de ansiedad. Cómic de Nick Seluk y Sarah Flanagan

. La depresión (no) existe: Guía para no causar daño cuando hables con una persona deprimida

. Niña de octubre. Linda B.

 

PELICULAS Y DOCUMENTALES

 

. Pequeña Miss Sunshine

. Las horas

. Sylvia

. Aftersun

. Melancolia

. Bojack horseman. Serie. Netflix

. One nation under stress. Documental. Max

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